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Economía mexicana acumula tres meses de contracción por debilidad industrial

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 22 oct
  • 3 Min. de lectura
La contracción económica de 0.6% en septiembre, impulsada por una caída del 3.0% en la industria, representa riesgos a la baja para el PIB de 2025, destacando la necesidad de medidas para revitalizar sectores clave como manufactura y construcción.
La contracción económica de 0.6% en septiembre, impulsada por una caída del 3.0% en la industria, representa riesgos a la baja para el PIB de 2025, destacando la necesidad de medidas para revitalizar sectores clave como manufactura y construcción.

La economía mexicana enfrenta un panorama desafiante al registrar una contracción de 0.6 por ciento en septiembre de 2025, según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Esta caída marca tres meses consecutivos de retrocesos, arrastrada principalmente por el sector industrial, que experimentó una baja anual del 3.0 por ciento, acumulando siete meses de descensos y su mayor declive desde octubre de 2024. En contraste, el sector servicios mostró un avance anual del 0.8 por ciento, tras incrementos moderados de 0.4 por ciento en julio y agosto.

 

A tasa mensual, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció apenas un 0.1 por ciento tanto en industria como en servicios, lo que refleja una estabilización mínima pero insuficiente para revertir la tendencia negativa.

 

El contexto de esta debilidad económica se atribuye a factores internos y externos. Internamente, los esfuerzos de consolidación fiscal del gobierno mexicano han llevado a recortes en el gasto público en infraestructura, impactando severamente la industria de la construcción.

 

Jesús López, subdirector de análisis económico de Banco Base, explicó que "el deterioro de las actividades secundarias está muy determinado por la industria de la construcción, la cual se ha visto afectada por recortes al gasto público en infraestructura, en un esfuerzo de consolidación fiscal por parte del gobierno".

 

En el ámbito manufacturero, ramas como el equipo de transporte, incluyendo la industria automotriz, han registrado descensos importantes debido a cambios en la política comercial de Estados Unidos.

 

López agregó que "la industria automotriz, tanto en autos ligeros y de transporte, muestra descensos importantes en su producción, como consecuencia principal de la política comercial de EU". Sin embargo, segmentos como el equipo de cómputo mantienen cifras positivas, al no estar sujetos a nuevos aranceles.

 

Datos clave incluyen proyecciones de Banamex, que estiman una variación trimestral del IGAE de -0.7 por ciento en el tercer trimestre, implicando una disminución del PIB de 0.5 por ciento trimestral, y ajustando su pronóstico anual para 2025 a un crecimiento de apenas 0.4 por ciento, con riesgos a la baja.

 

Banco Base prevé una contracción trimestral cercana al 0.7 por ciento y anual de 0.4 por ciento, la primera caída anual desde el primer trimestre de 2021. Estas cifras resaltan una posible recesión técnica si se confirman dos trimestres consecutivos negativos.

 

Las implicaciones son amplias para México: la persistente debilidad industrial podría extenderse a servicios relacionados como transporte y comercio, afectando el empleo y la inversión. Expertos como Pau Messeguer de Banco Multiva destacan que "las ramas exportadoras necesitarán ampliar su capacidad para sostener su ritmo de crecimiento, mientras que las orientadas al consumo interno requerirán un mayor dinamismo del mercado doméstico".

 

Andres Abadia de Pantheon Macroeconomics señala que el sector servicios se mantendrá resiliente, impulsado por comercio minorista, turismo y servicios financieros, actuando como ancla para el cierre de año.

 

En el panorama bilateral con Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, la política comercial añade incertidumbre, pero también oportunidades para diversificar mercados bajo el T-MEC.

 

La inversión pública y privada emerge como factor clave para la recuperación en lo que resta de 2025 y 2026, invitando a esperar indicadores definitivos como el IGAE de agosto para ajustar estrategias. Esta situación subraya la interdependencia económica regional y la importancia de políticas equilibradas para fomentar la resiliencia.

 

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