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Misión Cortafuegos: México y Estados Unidos unen fuerzas contra el tráfico ilegal de armas

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 30 sept
  • 2 Min. de lectura
Este acuerdo histórico fortalece la soberanía nacional al reducir el flujo de armas desde EE.UU., que representa el 75% de las incautadas en el país, contribuyendo a disminuir la violencia asociada al crimen organizado y protegiendo a comunidades vulnerables.
Este acuerdo histórico fortalece la soberanía nacional al reducir el flujo de armas desde EE.UU., que representa el 75% de las incautadas en el país, contribuyendo a disminuir la violencia asociada al crimen organizado y protegiendo a comunidades vulnerables.

En un paso significativo hacia una cooperación bilateral más efectiva, México y Estados Unidos lanzaron este martes la iniciativa "Misión Cortafuegos: Unidos contra el Tráfico de Armas", durante la primera reunión del Grupo de Implementación de Seguridad México-Estados Unidos en McAllen, Texas.

 

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó en su conferencia matutina que, por primera vez, las autoridades estadounidenses reconocerán su responsabilidad en la realización de operativos en su territorio para frenar el envío de armas ilegales hacia México, un problema que ha exacerbado la inseguridad en regiones fronterizas y urbanas del país. 

 

El contexto de esta alianza se remonta a años de diálogos diplomáticos, impulsados por la necesidad de abordar el flujo estimado en 200,000 a 870,000 armas anuales que cruzan la frontera norte, muchas de ellas adquiridas legalmente en EE.UU. y desviadas al mercado negro.

 

Datos del gobierno mexicano indican que el 75% de las armas decomisadas en operativos contra cárteles provienen del vecino del norte, alimentando ciclos de violencia que han cobrado miles de vidas.

 

La Misión Cortafuegos, con participación de seis agencias de ambos países, incluyendo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México y el Departamento de Justicia de EE.UU., establece medidas concretas: ampliación del uso de la herramienta eTrace para rastrear armas en investigaciones transfronterizas, implementación de tecnología de identificación balística en los 32 estados mexicanos, y un aumento en los operativos conjuntos fronterizos.

 

Además, se creará una plataforma segura para compartir inteligencia sobre envíos aéreos y paquetería sospechosa, lo que podría resultar en más de 125 investigaciones adicionales como las reportadas recientemente por EE.UU. en su operación "Sin dejar rastro". 

 

Las implicaciones para México son profundas: esta colaboración no solo debilita el poder de fuego de los grupos criminales, sino que refuerza la capacidad institucional del país para procesar casos judiciales, con un enfoque en la protección de víctimas y testigos. La presidenta Sheinbaum enfatizó que el acuerdo respeta la soberanía mexicana, evitando cualquier injerencia externa, y se alinea con la política de "abrazos, no balazos" al priorizar la prevención y el intercambio de información sobre la confrontación armada.

 

Expertos en seguridad nacional ven en esto un avance hacia una frontera más segura, que podría reducir los homicidios relacionados con armas en un 20% en los próximos dos años, según proyecciones preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Además, fortalece la relación bilateral bajo las administraciones de Sheinbaum y el presidente Donald Trump, promoviendo un diálogo constructivo que beneficia a ambos pueblos. Esta iniciativa se complementa con esfuerzos internos, como el fortalecimiento de la Guardia Nacional, y representa un compromiso compartido por la paz y el desarrollo económico en la región. En resumen, Misión Cortafuegos no es solo un pacto técnico, sino un símbolo de madurez diplomática que posiciona a México como un actor proactivo en la agenda global de seguridad.

 

Fuentes: 

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