México impone aranceles de hasta 50% a autos chinos, impactando transición energética
- Redacción

- 11 sept
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En un contexto de tensiones comerciales globales y la necesidad de fortalecer la soberanía industrial, el gobierno mexicano anunció este 11 de septiembre de 2025 la imposición de aranceles de hasta el 50% en importaciones de automóviles chinos y de otros países asiáticos, respondiendo a presiones de Estados Unidos para evitar que México sirva como puente para evadir tarifas estadounidenses.
Esta decisión, liderada por la Secretaría de Economía bajo la presidenta Claudia Sheinbaum, se enmarca en una revisión más amplia de más de 1,400 productos, con énfasis en vehículos eléctricos (EVs) que representan una parte creciente del mercado automotriz. El objetivo es contrarrestar prácticas de dumping y subvenciones chinas que distorsionan la competencia, protegiendo empleos en plantas mexicanas como las de Tesla en Nuevo León y Ford en Sonora.
Datos relevantes indican que China exportó a México vehículos por valor de 10 mil millones de dólares en 2024, con EVs constituyendo el 40% de esas importaciones, según reportes de Bloomberg.
Estos aranceles podrían elevar los precios de los EVs en un 30-40%, haciendo menos accesibles modelos como los de BYD o Chery, que son clave para la transición energética.
En México, donde el parque vehicular supera los 50 millones de unidades y las emisiones de transporte representan el 25% del total de CO2, esta política podría ralentizar el cumplimiento de metas del Acuerdo de París, que buscan reducir emisiones en un 22% para 2030.
Políticamente, alinea a México con la agenda de "nearshoring" de EE.UU., fortaleciendo el T-MEC, pero genera tensiones con China, que podría retaliar afectando exportaciones mexicanas de litio y cobre, esenciales para baterías.
Las implicaciones son profundas: por un lado, impulsa inversión local en manufactura de EVs, con proyecciones de crear 20,000 empleos en el sector, per la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Por otro, agrava la desigualdad energética, ya que familias de bajos ingresos dependerán más de vehículos de combustión interna, perpetuando la dependencia del petróleo.
En EE.UU., esta acción es vista como un triunfo de la diplomacia trumpista, que ha amenazado con tarifas si México no actúa. Analistas de Euronews destacan que esto redefine la geopolítica energética en Norteamérica, priorizando alianzas regionales sobre globales.
A largo plazo, México debe invertir en infraestructura de carga y subsidios a EVs para mitigar impactos, evitando que el proteccionismo frene la innovación. Sindicatos aplauden la medida por seguridad laboral, pero ambientalistas critican su efecto en la descarbonización. En resumen, este anuncio equilibra comercio y soberanía, pero plantea desafíos para la sostenibilidad energética en un mundo en transición.
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