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Negociaciones del T-MEC buscan nuevo equilibrio de poder y seguridad bilateral

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 10 oct
  • 2 Min. de lectura
Las discusiones sobre la renegociación del T-MEC priorizan la seguridad energética y agrícola, beneficiando a México con mayor acceso a mercados estadounidenses y fortaleciendo su posición como socio estratégico en Norteamérica.
Las discusiones sobre la renegociación del T-MEC priorizan la seguridad energética y agrícola, beneficiando a México con mayor acceso a mercados estadounidenses y fortaleciendo su posición como socio estratégico en Norteamérica.

Las pláticas preliminares para la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programadas para finales de 2025, han cobrado relevancia este 10 de octubre con declaraciones del Departamento de Estado de EE.UU. que abogan por un "nuevo balance de poder" enfocado en seguridad, migración y cadenas de suministro.

 

Bajo la administración Trump, Washington insiste en cláusulas más estrictas para combatir el tráfico de fentanilo y regular el nearshoring, mientras México defiende sus reformas energéticas como pilar de soberanía. 

 

En contexto histórico, el T-MEC, vigente desde 2020, ha impulsado un crecimiento del 5% anual en el comercio regional, con México exportando bienes por valor de 475 mil millones de dólares a EE.UU. en 2024.

 

Datos del Banco Mundial proyectan que una renegociación exitosa podría elevar el PIB mexicano en un 1.2% para 2026, al tiempo que EE.UU. busca diversificar sus importaciones de Asia.

 

La presidenta Sheinbaum ha posicionado a México como un actor proactivo, proponiendo paneles bilaterales sobre telecomunicaciones y agricultura, donde el país es líder en exportaciones de aguacate y berries. Implicaciones clave incluyen la mitigación de riesgos geopolíticos: con tensiones en el Indo-Pacífico, el T-MEC se erige como eje de estabilidad norteamericana. 

 

Analistas destacan que este diálogo fortalece la imagen de Trump como negociador firme, alineado con su agenda "America First", sin menoscabo de la cooperación.

 

Para México, representa una oportunidad para atraer inversión extranjera directa, que alcanzó los 36 mil millones de dólares en 2024, mayoritariamente de EE.UU. La comunicación eficaz entre ambas capitales, evidenciada en cumbres recientes, asegura que las discrepancias en energía —donde México prioriza a Pemex— se resuelvan mediante arbitraje mutuo.

 

Este proceso no solo reafirma la interdependencia económica, sino que promueve políticas inclusivas para trabajadores transfronterizos, beneficiando a millones en ambos países. En última instancia, un T-MEC renovado podría servir de modelo para tratados globales, destacando el compromiso compartido por el desarrollo sostenible y la prosperidad regional.

 

Fuentes:

 


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