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México anuncia construcción de dos plantas termosolares en Baja California Sur

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 27 ago
  • 2 Min. de lectura
El gobierno invertirá 800 millones de dólares en plantas termosolares para fortalecer la soberanía energética y reducir dependencia de importaciones de gas de EE.UU.
El gobierno invertirá 800 millones de dólares en plantas termosolares para fortalecer la soberanía energética y reducir dependencia de importaciones de gas de EE.UU.

En un paso significativo hacia la transición energética, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la inversión de 800 millones de dólares para construir dos plantas termosolares en Baja California Sur, cada una con 50 megavatios de capacidad y almacenamiento térmico.


Este proyecto, liderado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), busca abordar la creciente demanda eléctrica en la península, que opera con una red independiente del sistema nacional.


La secretaria de Energía, Luz Elena González, explicó que las plantas permitirán generar energía incluso de noche, mitigando la intermitencia solar y posicionando a México como pionero en esta tecnología en América Latina.


La Directora General de la CFE, Emilia Calleja, detalló que se requerirán aproximadamente 4.8 hectáreas por megavatio, y aunque los sitios exactos no están definidos, se planea adquirir terrenos pronto para lanzar la licitación este año o a inicios de 2026.


La construcción tomará 48 meses, con operaciones esperadas para 2030, al final del sexenio de Sheinbaum.


La tecnología CSP (Concentrated Solar Power) involucra espejos móviles que concentran la luz solar en un receptor central para calentar sales, generar vapor y accionar turbinas, permitiendo almacenamiento térmico.


Jorge Islas, subsecretario de Planeación y Transición Energética, la describió como madura y confiable, contribuyendo al desarrollo nacional y soberanía energética. Se menciona la posibilidad de una tercera planta de 50 MW en una segunda fase, y la integración de baterías para mayor estabilidad. Este anuncio se alinea con el objetivo de generar el 35% de electricidad renovable para 2030, parte del plan 2025-2030 para fortalecer el sistema eléctrico con innovaciones.


El contexto revela desafíos energéticos: México depende en más del 70% de gas natural importado de Estados Unidos, generando vulnerabilidades económicas y políticas. Proyectos previos, como un cable submarino para conectar la península, fueron descartados por costos elevados (estimados en miles de millones), optando por renovables para descarbonizar la región.


Datos del plan indican expansión de 26 mil megavatios, con énfasis en soberanía. Implicaciones incluyen reducción en presión sobre exportaciones estadounidenses, fomentando relaciones bilaterales equilibradas bajo el T-MEC. Críticos opositores argumentan que priorizar la CFE desincentiva inversión privada, pero el gobierno defiende democratización de la energía. Organizaciones ambientales aplauden, exigiendo transparencia en licitaciones.


En EE.UU., esto podría influir en políticas de exportación de gas, afectando estados como Texas. Además, la CFE ha aprobado recientemente la planta de combustión interna Los Cabos de 240 MW con gas natural, invirtiendo 272 millones de pesos, como complemento temporal.


Este proyecto no solo beneficia hasta 200 mil hogares en Baja California Sur, sino que posiciona a México en la vanguardia global de energías limpias, reduciendo emisiones y promoviendo justicia energética en un contexto de cambio climático acelerado.


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