México impone aranceles a importaciones asiáticas para contrarrestar presiones de EE.UU. en el T-MEC
- Redacción

- 24 sept
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En respuesta a las amenazas arancelarias de Donald Trump, el gobierno mexicano decretó este martes nuevos aranceles del 10% al 20% sobre importaciones asiáticas clave, como vehículos livianos, autopartes, textiles y electrónicos, afectando principalmente a China y Vietnam.
La Secretaría de Economía justificó la acción como una "defensa estratégica" ante la posible imposición de gravámenes estadounidenses del 25% sobre productos mexicanos, que podrían entrar en vigor en octubre si no avanzan las negociaciones del T-MEC. Este movimiento se enmarca en las consultas públicas iniciadas la semana pasada, donde sectores industriales han demandado mayor reciprocidad comercial.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que las importaciones asiáticas representan el 15% del total en México, con un valor de 120 mil millones de dólares en 2024, y han desplazado a proveedores locales en un 12%.
Las implicaciones son duales: por un lado, fortalece la competitividad interna, con proyecciones de Banxico de un aumento del 5% en producción automotriz; por el otro, podría elevar precios al consumidor en un 3%, exacerbando la inflación. En EE.UU., donde México capturó el 24% del mercado perdido por China, esta táctica busca alinear intereses y evitar una guerra comercial que costaría 1.5% del PIB regional, según el Banco Mundial.
Analistas como Gabriela Siller de Banco Base destacan que "esto es un faro para inversionistas, señalando compromiso con el T-MEC", mientras que en Texas, estados dependientes de exportaciones a México (que suman 300 mil millones de dólares), se teme una contracción del 2% en su economía si escalan tensiones.
Sheinbaum, en rueda de prensa, enfatizó la "soberanía productiva", alineada con su plan de industrialización, que incluye incentivos fiscales por 50 mil millones de pesos.
A futuro, esto podría catalizar alianzas con Canadá, que ya coordina respuestas conjuntas, y diversificar exportaciones hacia la UE. Sin embargo, la OCDE advierte riesgos de retaliación china, que suministra el 60% de componentes electrónicos.
En el contexto de remesas (que sostienen el 4% del PIB), esta política estabiliza el empleo en maquilas, pero exige monitoreo de cadenas globales. El impacto en la frontera, con hubs como Juárez, es vital: el 30% de empleos locales dependen de exportaciones libres de aranceles. Esta jugada posiciona a México como actor proactivo, pero su éxito radica en diplomacia bilateral para 2026.
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